A mí que el señor Ramón Tamames se acerque a las ascuas de VOX para rememorar tiempos pasados y disfrutar de unos minutos de visibilidad política y mediática, me parece de bastante mal gusto y claramente patético, pero es solo una opinión personal. Algo muy similar a lo que sentí cuando la señora Lidia Falcón participó en un mitin de esa misma formación en San Fernando (Cádiz) en marzo de 2022.
Ambos, añorando anteriores tiempos de gloria, hacen caso omiso a la ideología, las creencias y los valores que esta gente defiende, que se sitúan en las antípodas de lo que en otros tiempos ellos mismos sostuvieron. Este par de personajes, al que en otro tiempo miré con respeto, me producen pena y rabia y sobre todo me dejan perpleja y enfadada.
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